Artículo ABC Cataluña – 19 de febrero 2021
Estos días estamos viviendo gravísimas escenas de violencia callejera en muchas ciudades de España como por ejemplo Barcelona, Madrid, Tarragona, Vic o Valencia. Para estos grupos antisistema y de tendencia anarquista y mal llamados “anti-facistas”, cualquier excusa es buena para quemar las calles y alterar la paz ciudadana. Para los terroristas callejeros sus símbolos y referentes son intocables, incluso cuando éstos amenazan o agreden a cualquier persona o institución. Esta vez la excusa es la encarcelación de Pablo Hasel, que precisamente no está en prisión por cantar mal, si no por una sentencia judicial que lo condena por enaltecimiento del terrorismo y por ser reincidente y tener unas cuantas condenas por hechos similares, por amenazas y otra por agresión a un periodista. Vamos, que el tal Hasel no es precisamente lo que se llama un militante pacifista.
Pero a la extrema izquierda le sirve cualquier excusa para activar su fuerza de guerrilla callejera, comportándose como auténticos fascistas y siendo fiel a su agresiva tradición anarquista en la historia de nuestro país. Pero esta vez hay otras connotaciones muy preocupantes. La primera es el atrevimiento y descaro con el que se enfrentan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, sin respeto alguno y con toda la mala fe con la que su ira les permite. Incluso han dado un paso más y se han atrevido a destrozar una comisaría de los Mossos d’Esquadra en Vic. Y todo esto (esta es la segunda connotación que preocupa) va acompañado con el agravante y poco edificante ejemplo público de falta de condena de estos actos de vandalismo por parte de un partido que forma parte del Gobierno de España y de otras importantes instituciones como por ejemplo el Ayuntamiento de Barcelona. Hablamos de Podemos y de sus dirigentes políticos. Los actos de vandalismo y las agresiones son siempre condenables vengan del extremo que vengan, sea de la izquierda o de la derecha. Querer justificar o no condenar estos hechos por la supuesta complicidad o simpatía ideológica, demuestra las verdaderas carencias democráticas de quién no lo hace. Por lo tanto, este mal ejemplo que están dando los “camaradas” de Podemos es lo que moralmente les deslegitima para gobernar pues están en el más fiel papel del “bombero-pirómano”. Y en estos casos nunca puedes estar del lado del pirómano.
Otro problema de gran profundidad es hacer ver a todos estos jóvenes que la agresión y el vandalismo no es el camino de la protesta. Hacerles ver el coste, no solo económico, sino también social, cívico y ciudadano que supone estos altercados para toda la comunidad. Hacerles entender que la violencia es contraria a la democracia. Hacerles saber que la queja y la protesta, en democracia, es legítima; la violencia no.
Y para finalizar, quiero remarcar desde estas líneas todo el apoyo al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que son garantía en la defensa de nuestra democracia y de nuestros derechos fundamentales.
Alberto Villagrasa; exdiputado del PP y experto en seguridad ciudadana.
Santiago Tremps
19 Feb 2021Muy buen artículo “el atrevimiento y descaro con el que se enfrentan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad” y que es propiciado desde esa izquierda mediatica e institucional me hace prever una escalada violenta que acabará con graves y multiples daños irreparables.
Estamos engordando la bicha…