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La sobre exposición de la vida privada en la red puede dar satisfacción personal para quién pública de forma excesiva cada momento de su vida e incluso puede ser una válvula de salida para personas que de forma, seguramente errónea, se crea una vida virtual paralela a la real.

Esta sobre información pública o casi pública (podemos poner ciertos límites de privacidad en nuestra información) que se publica en las redes sociales, son una gran fuente de información para aquellos que se dedican a la actividad delictiva pues les indicamos: cuando estamos de vacaciones, como es nuestro domicilio, dónde trabajamos, los componentes del núcleo familiar, nuestras aficiones y preferencias etc… Con toda esta información, aquellas personas que quieren cometer un robo en nuestro domicilio o atentar contra nuestro entorno, pueden hacer una perfecta composición de la situación y planificar de forma minuciosa su acción delictiva.

En su día ya vimos el robo en el domicilio del que fue jugador de fútbol del FC Barcelona, Pierre-Emerick Aubameyang, en el que los delincuentes pudieron realizar una minuciosa reconstrucción de su domicilio a través de las imágenes y videos que éste fue colgando en las redes sociales. Situaciones similares se han dado este verano con otras personas reconocidas para el público general. Los personajes públicos están mucho más sobre expuestos a este peligro potencial; su vida es mucho más conocida y pública y muchos no se resisten a la tentación de “actuar” en sus redes sociales. Las Fuentes Abiertas (OSINT) en las que se puede conseguir información sobre estas personas públicas, su entorno y su vivienda es mucho mayor que hace unos pocos años; internet da esta posibilidad mayor de investigación y nosotros mismos somos los que solemos dar esa masiva información en Internet.

Pero este peligro potencial no es solo se da entre personalidades públicas; cualquier ciudadano está expuesto a este peligro. Todos damos información de forma abierta y muchas veces de forma indiscriminada en las Redes Sociales; y por lo tanto, cualquiera puede analizar y establecer sus prioridades y zonas de actuación para realizar el hecho delictivo. No llegamos a ser conscientes de a quién puede llegar la información; y no solo a personas que podemos conocer si no al gran número de personas desconocidas y de cualquier punto del planeta al que puede llegar potencialmente dicha información.

Esto hace que por un lado se tenga que hacer más pedagogía entre la ciudadanía para hacer un uso de las redes sociales y de internet más seguro y responsable; y de otro, hemos de ser más recelosos de lo que colgamos en la Red primando la calidad a la cantidad y tener una “huella digital” lo más limpia y segura posible. Algunos breves consejos preventivos:

• Uno que es típico, pero no por ello menos importante: NO colgar imágenes de nuestras vacaciones mientras las estamos realizando (el delincuente sabrá que el domicilio está vacío)
• NO exponer más de lo necesario a los miembros de la familia, especialmente a los menores de edad
• NO colgar excesivas fotografías de nuestro domicilio y su entorno
• NO contestar encuestas telefónicas ni vía web, sobre todo si no sabemos qué empresa la realiza, de que vacaciones vamos a realizar y las sus fechas
• NO contestar encuestas telefónicas ni vía web que desconozcamos su procedencia sobre nuestro entorno particular y familiar, lugar de residencia o preferencias o gustos
• La exposición en la red ha de ser lo justo; no hace falta colgar lo que hacemos cada media hora en la red (excesiva sobre información)
• Apagar el wiffi cuando nos vayamos fuera de vacaciones (impedir que puedan entrar en nuestro wiffi y lo puedan hackear para conseguir información)
• Si estamos fuera de vacaciones, hay que conseguir que nuestro buzón no esté sobre cargado de cartas o propaganda (hemos de conseguir que alguien nos lo vacíe cada tres o cuatro días)

Estos consejos tan básicos son de sentido común, pero es verdad que son tan evidentes que muchas veces no los tenemos en cuenta y este despiste nos hace ser posibles víctimas potenciales de un acto delictivo grave sobre nuestra privacidad y entorno más cercano o familiar. La prevención, no bajar la guardia en la Red y ser cuidadosos sabiendo el valor que tiene nuestra privacidad y la de nuestro círculo más cercano son aspectos importantes para llegar a tener y mantener ciertos niveles de seguridad.