La evolución de los avances tecnológicos y en los sistemas de telecomunicación cada vez van más rápidos en el tiempo, por lo que seguramente en los próximos 25 años veremos como todos estos avances evolucionan de forma exponencial y alcanzarán metas que seguramente aún no imaginamos. Esta evolución tecnológica nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida y nos facilita el día a día tanto laboral como personal. En este sentido, como sociedad, hemos de aprovechar el potencial que nos ofrecen las nuevas tecnologías para ponerlas al servicio de la prevención y seguridad de nuestra comunidad. El poder aprovechar este potencial tecnológico para las políticas de seguridad es una obligación, pues los posibles delincuentes y nuevas formas de delinquir sí que van a intentar aprovecharse de ellas para conseguir sus objetivos. El acceso al uso de la tecnología cada vez está más a mano y es cada vez más asequible tanto económicamente como para su adquisición y por lo tanto, también para los delincuentes.
La seguridad privada desarrolla su función en una gran parte acompañado del uso de la tecnología que cada vez es más efectiva: alarmas de distinto tipo; video cámaras; conexiones de estas instalaciones con centrales de alarmas; control de accesos a través de huellas digitales; detectores de movimiento; controles de acceso por infrarrojos; arcos de seguridad que detectan metales; control a través de drones etc… Pero la seguridad pública, el servicio de seguridad que depende del poder público, tiene la obligación de estar al día de la mejor tecnología para poder dar el mejor servicio de prevención y seguridad al ciudadano. Pero aquí surge un debate que genera polémica en nuestra sociedad y es si el uso de toda esta tecnología puede atentar a nuestra privacidad. El debate se acaba cuando el uso de ellas se utiliza en el espacio público; pues el espacio público es el espacio en el que todos convivimos y en el que nadie puede ver su privacidad atacada precisamente por varios motivos: el primero porque es público y compartido; segundo, porque su uso es para mejorar nuestra seguridad personal y colectiva; y tercero porque el uso de supuestas grabaciones sólo se revisan en caso de la supuesta comisión de un delito y por decisión y supervisión judicial.
Hay que dejar los complejos y utilizar todos los medios que están a nuestro alcance para intentar llegar al máximo grado de seguridad que podamos llegar a tener. Empezando por algo tan básico como son los medios de comunicación de la policía que han de ser seguros y efectivos; por ejemplo, y esto pasa a día de hoy, no puede ser que la transmisión por radio de un policía que está en el subsuelo dentro de las instalaciones del “Metro” de Barcelona no lleguen a sus compañeros del exterior porque se corte la transmisión. Pero hay otros aspectos en los que hay mucho campo a recorrer y en los que se puede invertir. Ejemplos:
- muchos cuerpos de policía ya utilizan cámaras de grabación incorporadas en su uniforme para poder registrar sus intervenciones y que estas puedan ser revisadas en caso de ser requeridas para asegurar que no se cometió ninguna mala praxis en la actuación policial.
- utilización de drones: utilización del dron tanto para la vigilancia de edificios, como para zonas urbanas específicas o para realizar seguimientos de un huido o fugado, por ejemplo.
- detectores faciales: detectores faciales que podrían instalarse en cámaras de vigilancia para poder detectar posibles delincuentes buscados por la justicia. En este caso y en positivo quiero destacar la puesta en marcha, por parte de la policía china, del uso de gafas con reconocimiento facial para poder identificar y capturar sospechosos o perseguidos por la justicia.
- mejoras y más formación en ciberseguirdad. Los ciberdelincuentes cada vez actúan de forma más eficiente y escurridiza; o por ejemplo, el terrorismo yihadista utiliza de forma intensiva la red y las redes sociales tanto para captar adeptos para su causa como para transmitir su propaganda.
- sistemas E-warning, como medio de aviso y detección de posibles fenómenos naturales que puedan afectar a las ciudades y sus habitantes.
- los vehículos rodados utilizados por la policía, han de ir dotado del mejor equipamiento informático, de grabación, de comunicación y de detección e identificación de personas y matrículas, o llevar instalado sistemas E-warning, por ejemplo.
- igualmente se tiene que ir investigando en mejoras en los medios de defensa y protección del policía. Por ejemplo, en Cataluña se prohíbe el uso de bolas de goma para dispersar posibles aglomeraciones de personas que actúen de forma violenta. Su prohibición viene dada sin ningún tipo de alternativa. Otro ejemplo sería que la policía pudiese utilizar pistolas eléctricas como medio intermedio entre el cuerpo a cuerpo y el uso del arma de fuego.
Éstos son unos ejemplos entre otros muchos campos en los que se puede ir mejorando y avanzando siempre con el objetivo de mejorar la seguridad de nuestras calles. Pero la apuesta para aceptar estas mejoras ha de ir acompañada tanto de no tener complejos en lo temas de seguridad y de una apuesta y voluntad política decidida en querer llevarlo hacia adelante.
https://www.xataka.com/privacidad/la-policia-china-estrena-gafas-con-reconocimiento-facial-para-identificar-y-capturar-sospechosos
