En nuestro país han existido personajes innovadores y con una vida digna de ser reconocida y conocida por nosotros. Tenemos la mala costumbre de valorar más aquello que viene de fuera de nuestro país que lo propio; cuando mucha veces, lo que tenemos en España es lo suficientemente valioso para ser estudiado y ensalzado. Este es el caso de Ramón Fernández-Luna, conocido como el “Sherlock Holmes” español; un personaje reconocido entre el sector del mundo de la seguridad en España pero muy poco conocido entre el público en general.
Ramón Fernández-Luna nació el 14 de noviembre de 1867 en la localidad de Almadén en Ciudad Real y falleció el 3 de marzo de 1929, en Madrid. Durante toda su carrera profesional destacó por su objetividad,, imparcialidad, rectitud y honradez, lo que le llevó a que se le tuviese un gran respeto y admiración. A lo largo de su vida ejerció diferentes responsabilidades dentro de la policía en la ciudad de Madrid y fue Comisario General en Barcelona. Aunque lo más destacaría es que fue el jefe de la primera Brigada de Investigación Criminal (finales de 1912). Y a partir de 1924 se dedicó a la investigación privada y su despacho adoptó en 1936 el nombre de “Instituto Internacional Fernández-Luna”, acabando siendo una de las agencias de investigación privada más longevas de nuestro país llegando a estar activa hasta los años 80′.
Algunos hechos que demuestran la profesionalidad e importancia de Ramón Fernández-Luna en la labor policial y en la historia de la investigación criminal en España:
- modernizar la investigación criminal en España a través de la Brigada de Investigación Criminal.
- Detuvo al famoso ladrón de la época conocido por “Fantômas”, perseguido en medio mundo con ordenes de búsqueda desde Nueva York a Londres, pasando por París.
- Su imparcialidad y profesionalidad le hizo tanto investigar los atentados terroristas de grupos anarquistas en Barcelona y Zaragoza; como investigar el atentado contra José Nakens, político andaluz anticlerical y republicano y muy poco amigo de la monarquía; hasta evitar un atentado contra Alfonso XIII en 1913.
El diario de la época “El Sol” le dedicó una serie de trece reportajes en 1924, explicando sus métodos de investigación y algunos de sus casos más famosos. Se le atribuyen siete características que le hacen ser el investigador más importante de su tiempo:
- Gran capacidad de observación
- Formación en ciencias forenses
- Meticulosidad en el trabajo de archivo
- Concepción moderna del escenario del crimen como fuente de información
- Conocimiento profundo del medio en el que actúa
- De forma continua, puesta al día en las teorías y prácticas criminológicas
- Rechazo de la violencia como medio para conseguir resultados.
Lo que demuestra su adelantada visión de la investigación criminal lo vemos en sus archivos y laboratorio en los que se encontraba, por ejemplo, mascarillas hechas por vaciado en yeso con distintas características de conocidos criminales. Tenía una mesa dedicada a la dactiloscopia que contaba con fotografías de huellas dactilares y tarjetas de reseña, junto a rodillos, lupa y un libro registro. Había, dos figuras, hombre y mujer de tamaño real, colocaba los tatuajes o marcas que pudieran llevar los malhechores, para una mejor identificación. Contaba también con tabla de colores del iris de Alphonse Bertillón que ideó para detectar criminales. Como anécdota, conservaba las esposas que le puso al anarquista Rafael Sánchez Alegre al detenerle y frustrar el atentado contra Alfonso XIII en 1913.
Este es mi humilde recordatorio y homenaje a Ramón Fernández-Luna, una persona que revolucionó la investigación en España y que destacó por su integridad y profesionalidad.
Más información:
Libro: “Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe”; José Luís Ibáñez.
ABC: https://www.abc.es/madrid/20150329/abci-sherlock-holmes-madrileno-acabo-201503281848.html
