Este domingo leí unas declaraciones sorprendentes del Conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Ignasi Elena, y digo sorprendentes por ser una evidente negación de la realidad. Concretamente ha dicho que “el problema de Barcelona es más de incivismo que de inseguridad”. Dicen que para intentar buscar soluciones a un problema, lo primero que hay que hacer es acertar y reconocer el problema que hay que tratar. En este caso tenemos un grave problema porque tanto la Alcaldesa de Barcelona como el Conseller de Interior de la Generalitat niegan que en Barcelona haya un muy preocupante problema de seguridad en la ciudad.
Los datos niegan la afirmación de Joan Ignasi Elena. Hagamos un rápido repaso: Barcelona es la ciudad de España con el índice de infracciones penales más alto de toda España y vemos que del año 2021 respecto el año 2020, aumentó un 6’6%; y en el primer trimestre de 2022 respecto estos mismos meses del año 2021, las infracciones penales han aumentado nada más y nada menos que un 43’67%. Esto son datos objetivos, no opiniones y en ellos es en lo que se ha de basar el Conseller a la hora de realizar ciertas declaraciones. Lo mismo podríamos decir de los datos de la encuesta de Victimización de la ciudad de Barcelona en la que por ejemplo en los últimos cinco años nunca ha bajado del 23% (incluso se han dado años por encima del 30%); estos datos nos dicen que como mínimo 25 de cada 100 barceloneses han sido víctimas de un delito en ese año (y en estas encuestas no consta los posibles demitos que han podido sufrir los visitantes y turistas que vienen a Barcelona). La pregunta que nos tenemos que hacer es el por qué el Conseller niega esta preocupante realidad. La respuesta es sencilla: la seguridad ciudadana es una competencia de la Generalitat, de los Mossos d’Esquadra, y confundiendo los hechos delictivos con el incivismo le traspasa el problema al Ayuntamiento ante la opinión pública. Y su vez, oculta el fracaso de su gestión con los problemas de seguridad ciudadana que hay en Cataluña y de forma más concreta en la ciudad de Barcelona.
Pero sí, Barcelona tiene un problema de seguridad, pero también de incivismo. La permisividad de la Alcaldesa de Barcelona con ciertos hechos delictivos (como la ocupación ilegal, por ejemplo) y su mala gestión en la limpieza de nuestras calles, entre otros factores, hace que tanto la delincuencia como el incivismo vaya a más en Barcelona. Por lo tanto tenemos dos problemas graves, uno de inseguridad y otro de incivismo, problemas que muchas veces vienen relacionados entre sí.
La ciudad de Barcelona tiene un futuro poco alentador por delante, pues con dos administraciones negando la realidad tanto en materia de seguridad como en materia de civismo; y con la poca edificante postura de ir pasándose la pelota entre ellas de este problema que está afectando a tantos barcelonenses, es difícil poder afrontar con soluciones concretas y efectivas dicho problema de seguridad en las calles de Barcelona. Y no podemos dejar de admitir que este problema afecta negativamente a otro sector importante de la ciudad como es su economía (inversiones, comercio, mercado laboral etc…); y así en Barcelona seguimos perdiendo nuevas oportunidades de presente y futuro.
Estos dos gobiernos no están a la altura de los policías que forman tanto el cuerpo de los Mossos d’Esquadra como del cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona que hacen su trabajo con la máxima profesionalidad, como digo, a pesar de los gobernantes (Ada Colau y Joan Ignasi Elena) que los dirigen.
Alberto Villagrasa
Consultor y experto en materia de seguridad