Lucha contra la violencia en el deporte.

Lucha contra la violencia en el deporte.

violencia1[1].jpg

El deporte es una actividad que ha de ser una parte primordial en la formación y la educación de la persona. La práctica deportiva, desde pequeños, nos enseña a: respetar al contrario; trabajar en equipo; saber ganar y saber perder; el espíritu de superación personal; y nos da y nos enseña buenos hábitos de vida. Podríamos decir incluso, que el deporte a muchos jóvenes que pueden vivir en entornos complicados y conflictivos, los aleja de malas prácticas que se pueden dar en la calle e incluso alejarlos de la delincuencia juvenil o del mundo de las drogas. Por lo tanto, la práctica y la formación deportiva ha de formar parte de la educación de los más jóvenes. Y de la misma manera, la práctica deportiva, ha de llevar de forma intrínseca y en el sentido más amplio, el concepto de deportividad y éste trasladarlo a otras facetas de nuestra vida.

También es verdad que los más jóvenes suelen coger como referentes a deportistas famosos y/o de élite; son sus ejemplos a la hora de escoger un deporte y de su práctica, y muchas veces, esa referencia, la llevan a toda su actividad diaria. Por eso es importante que el comportamiento de estos deportistas sea lo más ejemplar posible y aquí volvemos al concepto de deportividad, del que ellos han de ser el máximo exponente.

Por eso, cuando vemos algunas situaciones de violencia dentro del deporte, todas han de ser condenables sin ningún tipo de fisuras sean de quién sean y del equipo que sea. Y de la misma forma que han de ser condenables públicamente, han de ser sancionables duramente tanto en el deporte profesional como en el deporte amateur o aficionado.

A través de los medios de comunicación podemos ver imágenes de categorías de aficionados en los que los participantes tienen comportamientos absurdos, con agresiones hacia el árbitro, un contrario e incluso contra los espectadores. En lugar de participar del juego deportivo, descargan sus frustraciones dentro del juego, lo que desvirtua por completo la actividad y la competición deportiva. Vemos partidos de categorías inferiores en las que los padres de los niños que participan en partido, dan el peor de los ejemplos insultando al árbitro, a otros padres, a niños del otro equipo o presionando de forma impresentable a su propio hijo. Vemos aficionados de equipos agrediendo a los jugadores del equipo contrario sólo por el hecho de ir ganando. Todos estos ejemplos que por desagracia son realidad, son una auténtica vergüenza que no podemos consentir como sociedad y menos que este sea el ejemplo que podemos dar especialmente a los más jóvenes y a los más pequeños.

Y así mismo, como decía, algunos comportamientos no deseables los podemos encontramos en equipos y deportistas de élite o primer nivel y en algunas de sus aficiones, en los que incluso en algunos casos se ha llegado a producir la muerte a alguna persona. Estos casos son muchos más visibles precisamente por la repercusión mediática que tienen y por ello nos ha de servir de ejemplo que lo que no hay que hacer y de lo que hay que evitar.

En este sentido las administraciones han de trabajar de forma constante en varios sentidos, entre ellos por ejemplo:

  • desde las categorías inferiores, ayudar a los clubs y colegios a crear escuelas deportivas en las que además de enseñar un deporte; se enseñe los valores de la deportividad y el respeto;
  • realizar campañas a favor del “juego limpio” y en contra de la violencia del deporte; y algunas de estas campañas han de ir dirigidas a los más jóvenes, a padres y a aficionados;
  • campañas a fomentar la actividad deportiva como hábito saludable de vida y de socialización;
  • realizar actividades y eventos deportivos para fomentar los valores de la deportividad;
  • involucrar a deportistas de primer nivel para que realicen intervenciones y declaraciones en contra de la violencia en el deporte;
  • sistema sancionador duro contra el infractor, ya sea practicante o aficionado: desde prohibir la entrada a recintos deportivos, a la retirada de la ficha federativa por largo tiempo, así como sanciones económicas y según la gravedad del comportamiento, que este penado en el Código Penal.

También es verdad que las sociedades occidentales se han tomado en serio trabajar para intentar erradicar la violencia dentro del deporte, como demuestra el la elaboración del “Convenio Europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de manifestaciones deportivas y especialmente de partidos de fútbol” (Estrasburgo, 19 de agosto de 1.985), y que España ratificó en 1.987. Y en España podemos destacar que se ha creado la “Comisión Estatal  contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte”, que elabora una memoria anual sobre la problemática. Pero hay mucho trabajo por realizar aún como muestra la memoria de la Comisión Estatal contra la violencia en el deporte de la temporada 2015/16 que nos da algunos datos preocupantes.

En el deporte de alta competición, en este periodo de tiempo:

  • entre detenidos y expulsados encontramos 608 personas (sólo 16 menos que en la temporada anterior);
  • entre faltas leves, graves y muy graves, hay 1.246, de las 1.216 se han dado en el fútbol profesional (1ª, 2ª A, 2ª B, Copa del Rey y Liga de Campeones);
  • si bien algunos indicadores han mejorado como la disminución de agresiones e insultos a policías y vigilantes de seguridad, los actos xenófobos o los ataques a los medios de transporte; por el contrario han aumentado el número de propuestas de sanción por:
    • promover o participar en altercados, con un aumento del 34’5%,
    • consumo o introducción de bebidas alcohólicas con un aumento del 28’8%.
    • aumento de un 28’6% las propuestas de sanción por exhibir pancartas que inciten a la violencia.
  • Y como resumen en lo que concierne el deporte profesional, en la temporada 2015/16 se han podido contabilizar un total de 2.318 encuentros o pruebas deportivas de diferentes modalidades; y en los que se han recogido 380 infracciones o incidentes (16’4% de encuentros tuvo alguna incidencia).

En el ámbito del deporte no profesional, en us 13.208 encuentros deportivos contabilizados, se han detectado incidencias en 232; lo que ha aumentado respecto la temporada anterior; y en este sentido, tanto las suspensiones de encuentros, como las denuncias administrativas, como las diligencias judiciales, también han aumentado. Dentro de las incidencias que se han dado, una gran mayoría se dan en el mundo del fútbol: tercera división 17; categoría aficionados, 137; categoría juvenil 21; categoría cadete 16 y categoría infantil 17.

Todos estos datos nos muestran que queda mucho camino a recorrer aún y que para castigar las actitudes violentas dentro del mundo del deporte, a la administración y a los clubs no les puede temblar el pulso.

Deja un comentario

Cerrar menú